sábado, 17 de febrero de 2007

LIBERTAD DE PRENSA BAJO LA LUPA ♦ K AMENAZA A LA PRENSA ♦


http://www.segundoenfoque.com.ar/gob_prensa.htm

Libertad de prensa e hipocresía

Por Segundo Enfoque ♦

En nuestro país, han proliferado quejas por una supuesta falta de libertad de prensa desde que asumió la presidencia Néstor Kirchner. Aunque algunas voces de alerta deben ser atendidas, el reclamo por un mejor ejercicio de la libre expresión hecho por las empresas periodísticas más grandes del país esconde -las más de las veces- presión por beneficios empresariales.Todo empezó en octubre del año pasado. La líder de Afirmación por una República de Iguales (ARI), Elisa Carrió, que con su fuerza de centro izquierda terminó tercera en la última contienda electoral, acusó al kirchnerismo de cometer “pequeños avances” contra el periodismo y advirtió que eso podría convertirse en violaciones más claras a la libertad de prensa. Carrió se refería específicamente a comunicaciones telefónicas de altos funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional a celulares de periodistas de distintos medios, para hacerles observaciones sobre lo que habían escrito o dicho en sus medios.Luego, en marzo pasado, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) –que engloba grandes empresas periodísticas de todo el continente- se hizo eco en su Reunión de Medio Año, en Los Cabos, México. “Se registra un grave atentado a la libertad de prensa cuando desde la Presidencia de la República algunos funcionarios presionan a través de llamadas telefónicas a medios de comunicación y periodistas que critican al gobierno”, sostiene el único párrafo referido al tema en todo el informe sobre Argentina.A su vez, en abril de este año se produjo un entredicho entre dos ministros del Gabinete Nacional y la entidad que nuclea a la corporación periodística del país, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA). El 14 de ese mes, ADEPA emitió un comunicado manifestando “preocupación por reacciones ministeriales”. Aludió a las “desafortunadas declaraciones” del ministro del Interior, Aníbal Fernández, (había cuestionado al diario La Nación por una entrevista al ex presidente Carlos Menem) y a la “inaceptable actitud” del jefe del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, (había criticado la tarea informativa de Marcelo Bonelli en el diario Clarín). Lavagna respondió tras el comunicado: “La prensa no es una vaca sagrada; tiene las mismas lacras y virtudes que otros sectores”.Oficialmente, el titular del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), Julio Bárbaro, respondió a través de este medio, en su edición de abril de 2004, que las denuncias sobre presuntos “aprietes” a periodistas eran una “imbecilidad folklórica”. “Cada vez que yo me senté con uno de los acusadores y le pedí un dato, el dato nunca existió”, bramó Bárbaro con su habitual elocuencia.En primer lugar, queda claro que el Gobierno no debe llamar a ningún periodista de ningún medio para observarle nada sobre lo que haya dicho. Sí, es cierto que un llamado o un mensaje, aún en tono cordial, entre risas, que cuestione el contenido de un párrafo de un artículo escrito por un periodista puede no representar un hecho grave de cercenamiento de libertades. Pero según la experiencia del trabajador de prensa o de acuerdo con su carácter, esto puede llegar a influir en sus futuros reportes, inclusive generando actitudes de autocensura. Así y todo, nadie puede afirmar honestamente que este sea “un grave atentado a la libertad de prensa”. Más bien, son torpezas típicas de funcionarios que rozan la figura del “piojo resucitado”.Pero atención. Esto no significa que Argentina sea la panacea de la libre expresión. Todo lo contrario. Y sí, es el gobierno el gran cómplice y promotor de ello, mas no por un llamado telefónico. No hay ni habrá libertad de expresión en la medida en que los medios de comunicación estén hiper-concentrados y el gobierno lo tolere, apañe y profundice a cambio de la obsecuencia editorial generalizada, que también retribuye con grandes fardos de publicidad oficial.De esta forma, son hipócritas las empresas periodísticas cuando se quejan, por ejemplo, a través de la SIP. En el mismo informe que tiene tres líneas de cuestionamientos al supuesto “maltrato” de periodistas en Argentina, se hace una descripción de cuánto han caído las ventas de ejemplares de diarios, hay un lamento por el retiro de beneficios impositivos para el sector, conocidos como “planes de competitividad”, así como también se hace explícito el pedido de que el aporte patronal vuelva a ser tomado como crédito fiscal del IVA. Y además, se pide ayuda para afrontar las grandes deudas fiscales de los medios.Por último, también son hipócritas los funcionarios del Gobierno, que critican, se quejan y despotrican contra periodistas rasos por algún titular que no les cae en gracia, cuando en realidad su propia administración tiene acuerdos evidentes con los principales medios de la Argentina, y se beneficia de ello, con el ocultamiento de los temas que la incomodan y con la instalación de la agenda en la opinión pública según sus intereses.

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http://www.lacapital.com.ar/2003/10/18/politica/noticia_45618.shtml

♦ El gobierno negó "aprietes" a periodistas El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, salió ayer al cruce de denuncias lanzadas por algunos sectores de la prensa y del ámbito político sobre supuestas "presiones" del poder, y aseguró que desde el gobierno no están "apretando a periodistas para que digan lo que se desea".Fernández replicó duramente una información aparecida en la última edición de la revista Noticias que habla de un supuesto apriete a la prensa por parte del kirchnerismo, donde afirman que el gobierno no sólo no "tolera disidencias" sino que "ofrece viajes en el Tango 01 y usa la información y la publicidad oficial para premiar a los chupamedias y castigar a los críticos"."Jamás soportaría una discriminación de ese tipo", advirtió el funcionario al recordar que la Secretaría de Medios funciona bajo su órbita.El jefe de Gabinete admitió que el presidente Néstor Kirchner "se molesta cuando escriben cosas que lo agravian", pero aseguró que ese malestar es "desde su condición de hombre honesto, no desde su condición de poderoso"."La realidad es que nosotros no levantamos el teléfono para decirle a la gente que deje de decir lo que quiera decir", resaltó, para agregar: "No hay dos Kirchner, Kirchner es lo que es".Sobre la publicación de Noticias, enfatizó: "Yo realmente estoy asombrado, francamente asombrado. Esa misma revista hace una semana publicó una de las notas más vergonzosas que yo leí en el periodismo argentino".De esta manera, aludió a un artículo que, bajo el título "El cajero", apuntó contra el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Asimismo, Fernández insistió en rechazar denuncias similares lanzadas por el periodista Jorge Lanata y la diputada del ARI Elisa Carrió, quien días atrás aseguró que el gobierno "presiona a periodistas" con el fin de "callarlos" cuando no quiere que se difunda una información."Lilita creo que se equivoca", subrayó el funcionario, días después de que la titular del ARI puntualizara que en los "últimos tiempos", cuando el oficialismo desea que no salga una determinada información, los medios son "objeto de una llamada telefónica".También sostuvo que el periodista Lanata "se equivocó dos veces: se equivocó en muchas cosas que dijo respecto de (el titular del Pami) Juan González Gaviola y se equivocó cuando nos adjudicó a nosotros presiones"."Jorge Lanata es un hombre que yo respeto particularmente", señaló el funcionario, pero reflexionó que "a veces los hombres prestigiosos también se equivocan". ♦

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